Los 4 partidos que clasifican a los semifinalistas de Londres 2012 en la primera jornada del Basketball Arena

CUARTOS DE FINAL MASCULINO (08/08)

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HUNGRIA – ISLANDIA (34-33)

Laszlo Nagy no podía irse de estos Juegos Olímpicos sin dejar su nombre marcado a fuego. Y pensar que decíamos que con él, España podía aspirar al oro. Y ahora su Hungría quedará por encima de la roja al final del torneo.
Ambos equipos habían llegado a esta instancia con realidades diferentes. Islandia ganando con autoridad todos sus partidos, inclusive a Francia. Con una eficacia ofensiva del 59% en función de todos sus ataques y una efectividad en lanzamientos del 66%. Su máximo artillero era Sigurdsson, a su vez scorer del certamen con 36 tantos. Sus arqueros ostentaban un 36%.
Hungría sólo había sumado victorias ante Corea y en el mano a mano con Serbia.
Y si bien ya habíamos marcado que tuvo un gran rendimiento en la ajustada derrota con Dinamarca, francamente la lógica se ponía del lado del subcampeón olímpico.
Como contracara de los números recién mencionados, Hungría tenía una eficacia del 44%, con efectividad del 52% ante el arco. Fazekas y Mikler, hasta acá, promediaban un 29%.

Hungría avisó que iba a disputar estos Cuartos de Final ya desde el comienzo, donde literalmente lo durmió a Islandia con un parcial de 5 a 1 en 6 minutos. Los nórdicos lograron emparejar el trámite hacia los 15, pero su rival lo tuvo a maltraer durante toda la primera etapa. Fundamentalmente por haber jugado este partido sin complejos, sin sentirse menos que el candidato. Porque por individualidades Islandia es más. Pero en intensidad no hay mucha diferencia. Hungría ataca fuerte, tiene buena técnica y gente valiente.
La primera etapa fue para ellos 12-16.
Recién comenzado el segundo tiempo se le licuaría la diferencia a uno (16-17). Islandia parecía entender el mensaje, pero volvieron a quedar 3 abajo.
Sobre los 15 minutos, sólo Petersson y Palmarsson ponían la cara y el fuego para Islandia, que estaba desconocido en defensa. Hungría podía tener una ventaja mayor a esos 3 goles que sostenía, pero erraba mucho.
Fazekas y sus palos también jugaban y llegaba la hora de la muestra de carácter para bancarse ser uno de los 4 del mundo.
Y daba la sensación de no bancarsela, porque Islandia acomodó el partido en el último tramo para liderar 27-26. Parecía uno de esos tantos partidos en los que comentaríamos que finamente apareció la jerarquía individual para cerrar un trámite complejo. Pero fue más allá de eso.
A falta de 22 segundos y ya con pasivo, Stefansson se la jugó y sacó un penal que le daría cifras definitivas al match. Pero Fazekas, el primero de los varios héroes húngaros, se lo atajó a Gudmunsson y en la contra llegó la igualdad cuando sólo quedaban dos segundos.
En el primer suplementario, Hungría siempre pegaba primero y hasta sacaba ventajas de dos, pero respondía Atlasson a pie firme.
Se fueron a una segunda prorroga empatados en 30. Y los que habían errado en el cierre del anterior, ahora convertían. La pelota tenía distintos pesos de acuerdo a la instancia.
Entraron en los últimos 5 de los 20 minutos extra que se jugaron ganando Hungría 33-31, con Nagy como aboluto protagonista. El zurdo terminaría sumando 9 goles y junto con Fazekas podrán ser la tapa de todos los diarios de Budapest.
Esos mismos diarios que escribieron durante meses la novela de su pase al Veszprem y la posibilidad de nacionalizarse español.
Mirá lo que se hubiera perdido.

 
ESPAÑA-FRANCIA (22-23)

"La derrota más dolorosa de mi carrera", nos decía recién Valero Rivera en conferencia de prensa. Es que de por sí cuesta irse de un Juego Olímpico. En mayor medida para una selección acostumbrada a jugar los torneos hasta el último día, aunque más no sea por el bronce. Pero más que nada por el trámite del partido. Porque España hizo un gran primer tiempo, en el que mandaba por 6 a 1 y dejaba con una sola conquista a Francia durante 15 minutos. Por supuesto, con gran mérito de Sterbik que superaba el 60% en la etapa inicial.
Los dos aprovechaban bien a su pivot, especialmente España con un Aguinagalde realmente encendido y paciente para encontrar la mejor posición para recibir. El 13 le sacaba petróleo a las macetas.
Francia centralizaba su juego de tal  manera que de la 2ª línea sólo Sorhaindo recibía balones. Los extremos estaban pintados.
Es que Karabatic, Fernandez y Narcisse trabajaban para ellos mismos.
El entretiempo mostraba un tablero favorable a los ibéricos de 12 a 9.
Ya en la segunda etapa, Francia pareció tomar nota de sus falencias e inmediatamente comenzaron a anotar Abaló y Guigou.
A los 3 minutos, Accambray convirtió su primer tanto. El primero de los 7 que anotaría en este juego. Y pensar que fue el jugador número 15 de la lista de Onestá y que recién fue opción para el técnico en el complemento.
España ya no fluía en el ataque. Enfrente, el campeón vigente parecía recuperar la memoria.
Pero en 10 minutos Sterbik seguía cerca del 60% y por eso mantenía renta de 2 goles.
Los masazos de Accambray, también con gran participación de Barachet, llevaron a los galos a pasar al frente a los 17 minutos.
Pero España volvería al partido para igualarlo en 22, con más lucha que juego a esa altura del encuentro.
Así llegamos a la última bola faltando 23 segundos. Y como no podía ser de otra manera, quien tomó el lanzamiento fue Karabatic. Y como ocurrió durante toda la tarde, fue otra atajada para Sterbik. Pero para terminar de explicar en una sola jugada todo el partido, quien tomó ese rebote para darle cifras definitivas al partido fue Accambray.
Es decir, un partido en el que Francia apenas ganó por dos segundos, en el que a Karabatic no le salió ni el tiro del final, donde el arquero español fue una figura de punta a punta y en el que el muchacho de la película fue el forzudo lateral izquierdo que lejos de ser el jugador número 15 de Francia, fue por goleada el número 1.
Ahora bien, Francia zafó de esta. Pero deberá levantar muchísimo el nivel para competir con Croacia.
Porque en los papeles aún será el dueño del planeta handball. Pero ahora se le viene el mejor equipo del torneo.

SUECIA – DINAMARCA (24-22)

No era el mejor rival que le podía tocar a esta Dinamarca que nunca se consolidó en el torneo.
Por tres buenas razones. La primera, porque es una Suecia "herida" por su eliminación del Mundial de España. Es decir, ellos se jugaban en Londres la última ficha competitiva de acá a enero de 2014 cuando se dispute la próxima Euro.
También porque como ya lo hemos señalado, fue uno de los equipos de mejor rendimiento en la primera fase. Pero especialmente, y esto quizá sea lo más intangible, porque es como el amiguito con el que jugaste toda la vida. Le conocés todas las mañas. Este era un clásico de barrio para Dinamarca. Algo así como nuestro Argentina-Uruguay futbolero.
Suecia se lo ganó de punta a punta. Apenas con un brevísimo segmento en el que se prestaron un rato el tablero.
La clave excluyente del partido fue la personal desde el primer minuto a Hansen. Como le hizo Balic en la paliza que le dio Croacia. Evidentemente ya saben que Dinamarca no lo resuelve bien. Y esa tarea se la repartieron Kallman, Petersen y Doder.
No hay en el mundo otro jugador que merezca tanta dedicación como Hansen. Nadie hace tanta diferencia y contrasta tanto aún con los buenos. Peterson sobreactuaba y lo hostigaba. Lo quería sacar del partido. Y por momentos lo lograba. Por eso llegó el tiempo de Markussen. Para buscar por arriba lo que no se conseguía por abajo. Pero su paso fue efímero y volvieron a apostar por los ligeritos.
Por otra parte, esta ya no era la Suecia del jogo bonito de su primera línea en los partidos clasificatorios. Esta era una Suecia tensa y competitiva que cerró el primer parcial 11-9.
A los 5 minutos del complemento, Sjostrand y la contra ilusionaron a Suecia que ya creía firmemente en sus posibilidades.
Fue por lejos el mejor partido de Doder. También de Larholm, poniéndose de costado y pasando por pequeñísimas grietas de la defensa danesa.
Pero Suecia sufrió algunas exclusiones y Hansen aprovechó para meter su momento personal, con dos bombazos, una rosca y una contra, para que en 17 ganara Dinamarca 18-17.
Parecía teñirse todo de rojo. Hasta Landin bajaba balones con dos manos.
Pero Suecia siguió metiéndole calor al partido. Todos pedían. Todos protestaban. Realmente parecía más un duelo rioplatense que uno nórdico. Y cerca estuvo de transformarse en un Sedalo-Lomas.
Viendo con esta actitud a Suecia, cuesta pensar cómo no va a estar en el Mundial. Pero quizá esta actitud sea producto de aquella derrota con Montenegro.
Suecia se quedó con una victoria enorme. Que patea el tablero. Que baja de un ondazo al campeón del viejo continente apenas 6 meses después de aquel título. Ahora le toca Hungría en una semifinal que tenía la chapita puesta y decía Islandia-Dinamarca.
Ambos ya ganaron SU torneo. El de Hungría por salir del segundo pelotón. El de Suecia, por reinventarse después de la hecatombe. Qué lindo deporte!

CROACIA – TUNEZ (25-23)

Antes que nada, el resultado es mentiroso. Durante los últimos 25 minutos del partido, Croacia tuvo total control del tablero. Sólo sobre el final los tunecinos descontaron.
Aclarado esto, vamos a lo importante. Túnez salió con una estrategia inequívoca: amedrentar a su rival en base a golpes, empujones y bravuconadas constantes. Y esto, lejos de ser solamente su manera de jugar, respondió a un planteo que pretendía emparejar un partido que era insostenible. Podrás decir que su estrategia fue efectiva y que de esa manera logró sostener el tablero. Pero la actuación de hoy de los africanos fue verdaderamente una mancha para este torneo. Ningún equipo, ni los que ganaron ni los que perdieron, jugó de esta manera. Porque no se trató de buscar el contacto. Fue una carnicería humana, contra un equipo que dentro de 48hs deberá enfrentar a Francia al handball. No a esto que vimos hoy en el Basketball Arena.
No pudo tocarles designación más complicada a nuestros árbitros olímpicos, que ya habían pitado a Croacia contra Corea en la primera fase, además de otros encuentros de la rama femenina. Pero Marina y Minore dieron la talla sancionando inmediatamente todo lo que estaba ocurriendo fuera del reglamento. Y lo que pasaba, pasaba en cantidades. Siempre con la autoría intelectual y material de Tej, un jugador con cualidades como handbolista pero en la práctica un matón realmente desagradable. A su alrededor, un comando de pegadores como Hmam, que alguna vez fue un jugador de otra categoría o Hedoui. O los más chiquitos como Toumi, que también se vuelven pendencieros.
Un partido verdaderamente desagradable, que cuesta describir en el terreno de lo deportivo. Donde Croacia cayó en la trampa en el primer tiempo, intentando bancar una parada que no tenía sentido. Porque soltando la pelota los bailaba. Pero iban al uno contra uno y no pararon de cobrar durante 30 minutos. A todo esto, los jueces le mostraron la roja a Megannem por un golpe que le movió la dentadura a Cupic. Pero lejos de escarmentar, los tunecinos siguieron prepoteando.
A todo esto, el primer tiempo lo perdió Croacia 11-12.
Pero evidentemente Goluza los llamó a la cordura en el descanso y al regreso, jugaron a lo que tenían que jugar. A soltar la bola, a buscar lanzamientos sin proximidad del adversario y aprovechar cada contrataque que se presentara. Así sacó la diferencia que cuidaría hasta el final.
Enorme prueba para los referees argentinos, que en su primer Juego Olímpico han llegado a dirigir un Cuarto de Final. Y qué partidito les tocó ! Seguramente han aprobado algo más que la aplicación del reglamento. Han superado una prueba de coraje al servicio del juego limpio.
Croacia ha sufrido esta instancia. De manera distinta a lo que tuvo que padecer Francia. Pero a su manera ambos llegan con desgaste a una verdadera final anticipada que va a paralizar el planeta handball.
Con respecto a Túnez, ya los quiero en cancha en España para que Los Gladiadores le pinten la cara.