MUCHA TRISTEZA, PERO A LEVANTARSE…

Por • 14 Ago, 2011 • Sección: MAR DEL PLATA 2011

ARGENTINA 20 – SUIZA 23

Empiezo a pensar en esta crónica todavía en el Polideportivo. Hace poco más de una hora que terminó el partido con Suiza y estoy impregnado de los rostros acongojados de nuestros pibes. Eso me impide escribir sobre aspectos técnicos o tácticos sin priorizar la parte humana. Porque lo primero que siento en este momento es una gran tristeza. Porque no se pudo, después de haber pensado que sí se podía. Porque los que jugamos a este deporte sabemos lo que se siente en el postpartido de una derrota. Sabemos que esos músculos se regeneran a otro ritmo, con un dolor potenciado por el objetivo perdido. Sin dramatizar, claro. Esto no es el final de la carrera de nadie. Pero este plantel que hoy se despidió del mundial de arriba trabajó mucho para llegar hasta acá. Hizo decenas de miles de kilómetros para tener competencia previa (un verdadero privilegio) y tomó con seriedad de profesionales la puesta a punto. Cuántos sueños, cuánta ilusión en la cabeza de estos poco más que adolescentes.

Pienso en esta noche. Hoy va a costar dormirse. Recién en los dias siguientes caerán en la cuenta de que hicieron un enorme trabajo en el 50% de las fases de lo que supone un equipo competitivo. Me refiero a todo lo relacionado con el plano defensivo. En su posicional, en el repliegue, en el arco. Los europeos le hicieron 25 y 23 goles respectivamente. En el área defensiva, técnica, táctica y actitudinalmente, Argentina fue un gran equipo. Pero esto contrasta con las carencias ofensivas. Con su obsesión con el uno contra uno que derivó en uno y otro ful de ataque y con la falta de explosión para suplir esa carencia con la salida rápida. "Argentina nunca logró correr", reconoció el Chino García en la conferencia de prensa. Y quizá ese aspecto lo privó de haberse llevado el duelo con los suizos, inexpugnables en su 6-0. Argentina debió haber intentado la contra en todos sus formatos. Muchas veces en los tres partidos del torneo no la sacó larga en su afán de cuidar la bola, aún cuando Baronetto corría solo, por ejemplo. Pero tampoco lo hacía sistemáticamente en segunda oleada, donde un Bono o un Simonet lanzados a la carrera podían tener más chances en el duelo individual con defensores recién acomodados. Pero esto es algo a esta altura incomprobable. Suiza será quien acompañe a España a cuartos de final y Argentina deberá luchar con el tercero del grupo C en la búsqueda del puesto 9. Quizá sea Rusia, quizá Túnez o Corea. Cualquiera de los tres igual de duro y con perfil de cuartofinalista. Pero esto deberá ser tenido en cuenta en futuras selecciones que por biotipo no tengan chances contra defensas graníticas.

Mientras tanto, es hora de acompañar más que nunca a los pibes. Ellos dejaron todo en serio. Fueron leones. Contagiaron bravura. Y nadie más que ellos sabe que esto les duele. Hasta los huesos. 

Los recontrabancamos, aunque suene poco académico el concepto. No hay absolutamente nada para reprocharles.

3 comentarios »

  1. clarisimo el analisis. totalmente de acuerdo. ahora para delante

  2. Me hubiera gustado q hables así de lus júniors tamb q dejaron todo

  3. hola María. Gracias por tu mensaje. Lamento que tengas la sensación de que no fui comprensivo con el Mundial que hicieron los Juniors. Creo que releyendo o reescuchando todo lo que fui diciendo o escribiendo, quizá te cambie un poquito la percepción que dejás traslucir en tu mail. No sólo no fui duro con ellos, todo lo contrario. Creo que fui demasiado claro al resaltar que se trata de chicos que juegan por pasión y que aún pagan por jugar. De todos modos, creo que hay que asumir con valentía que cuando un equipo jugó mal, se lo dice y punto. No entiendo porqué no se puede marcar que un equipo juega mal o ser claros a la hora de visualizar un puesto 20 como un retroceso. Son datos de la realidad, al igual que lo que hemos dicho sobre las carencias en ataque de los juveniles en Mar del Plata. Quién se puede enojar por esa apreciación ? Sin autocrítica no se crece. Ojo, acepto de corazón tu mensaje. Pero no me puedo hacer cargo de tu decepción al respecto. Creo haber sido muy contenedor, respetuoso y cuidadoso sobre todo lo que ocurrió en Grecia. Y no hace falta que te dé más detalles cuando te digo «todo». En fin, seguimos conversando cuanto sea necesario. Pero de algo estoy convencido. Ni yo ni el programa, nunca, se tira contra los jugadores. Jamás. Ahora bien, si para no herir susceptibilidades hay que ocultar la realidad, entonces estamos sonados. Te mando un saludo y estoy a tu disposición

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